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Érase una vez, en una determinada época del año, más concretamente en febrero, la historia de cientos de aves migratorias que cruzaban los continentes en busca de la escala más perfecta: ¡el Marais de Sougeal! Una escapada turística enclavada en el corazón de la bahía del Mont-Saint-Michel para estas 60 especies diferentes. Al igual que un turista de paso, vienen aquí a hacer una pausa saludable, a reponer fuerzas para poder continuar su viaje, su migración.
¿Pero por qué esta pausa? Vienen aquí principalmente para alimentarse, esta parada puede durar unos días, ¡o semanas!»
«Cuando se va el apetito, se va todo»
Por lo que a mí respecta, al igual que ellos, necesitaba este descanso, una pausa lejos de casa. Esta pequeña excursión a un territorio familiar, pero casi desconocido.
Como todo el mundo, veo pájaros en el cielo, en los árboles, en los tejados de las casas, pero durante esta escapada, me tomé el tiempo de observarlos, de aprender por qué vienen a hacer su escapada anual con nosotros.
Esta migración invernal, es la migración prenupcial, es el romance aéreo por excelencia. Estas aves llegan desde el norte de África hasta Suecia e incluso hasta Siberia. Destinos diferentes, pero un objetivo común: la búsqueda de alimento. Y para algunos, un compañero de viaje para el viaje de su vida.
Su brújula interna les guía, su olfato les localiza, ¡todo ello les guía para encontrar el camino correcto! Por no hablar de sus conocimientos de geografía, que ya han aumentado, y sí, estos pájaros han aprendido desde muy pequeños las costas, los ríos de los distintos países que atraviesan. Como yo, como tú… ¡es muy divertido, verdad!
¡Sigamos con la observación, ahora que sé dónde van, por qué van y cómo van! Con su catalejo en ristre, Marion, nuestra guía y coordinadora del patrimonio, nos muestra a mí y a mis compañeros de observación las distintas especies de patos y la diferencia entre machos y hembras. Como la madre pato no es como el padre pato, sus colores son más pálidos y menos visibles. Además de la necesidad de escapar de los depredadores y cazadores, es la pata dama la que elige al macho más guapo, y no al revés. El señor pato tiene que seducir a las damas!
Hago pausas en la larga vista para tomarme el tiempo de observar con mis ojos toda esta extensión verde, de admirar el vuelo de la garceta grande, la calma y la plenitud de este lugar.
Confieso que no he recordado los nombres de todas las especies de aves encontradas durante esta pequeña escapada pero vi cisnes, una garceta grande, avefrías crestadas y por supuesto gaviotas! Después de todo, estamos en Bretaña.
El éxtasis de este momento llega a su clímax cuando las avefrías levantan el vuelo en un resplandor causado por la luz que baila sobre sus alas, es simplemente el asombro de todo el grupo. Vuelvo a sentirme como un niño, con la boca y los ojos muy abiertos al contemplar este ballet aéreo. ¡Un espectáculo al aire libre! Una de las personas del grupo lo compara con un castillo de fuegos artificiales, la naturaleza lo ha inventado todo, dejándonos a nosotros la inspiración.
Entonces volvemos a la tierra, a la marisma por fin, y descubrimos grandes pájaros blancos, gansos… ¿gaviotas? No, cisnes…
Aquí, una familia de cisnes ha establecido su residencia. El Sr. y la Sra. Swan se instalaron aquí hace algún tiempo y han nacido 4 crías de cisne… ¡Un momento de cuaderno rosa!
He aprendido que los cisnes, tan magníficos en el agua, tardan mucho en aprender a volar y cuando lo hacen, no es famoso. Su vuelo es pesado y lento. La gracia de su natación se olvida por completo cuando se les ve alzar el vuelo. Es una pena, un mito perdido, pero no por ello son menos magníficos. Además de la migración de estos cientos de aves en las 175 hectáreas de la marisma de Sougeal, también hay 8 especies de anfibios, 360 especies de flora y lucios…
De hecho, este es el lugar de cría de los lucios. Son más precoces que otros, pero la marisma de Sougeal es el lugar ideal para que el Capitán Lucio, Madame y sus amigos fecunden sus huevos y den a luz a montones de crías de lucio. La marisma permite que las crías crezcan tranquilamente y puedan luego remontar los canales de la marisma por amor al mar abierto.
¡Nuestra guía Marion nos adentra en el mundo de la biodiversidad!
El paseo terminó con uno de mis compañeros respirando hondo y expresando que estaba descansado y relajado… Y así estoy listo para emprender otra aventura, para mostrar este pequeño rincón verde a todos aquellos que quieran hacer una pausa en la naturaleza y tomarse el tiempo de observar la flora y la fauna de nuestro Destino.
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