Recorrido por las murallas de Saint-Malo El paseo que no debe perderse

Un paseo rico en vistas…

La alta muralla que rodea la ciudad de Saint-Malo forma un bucle de unos dos kilómetros. Puedes bajar y volver a subir por donde quieras, desde las distintas escaleras situadas en cada puerta.

Te recomendamos comenzar el paseo por la Puerta Saint-Thomas, situada detrás de la plaza Chateaubriand. Desde este acceso, tendrá una vista directa y excepcional de la gran playa de Sillon a su derecha, el Fort National enfrente y a su izquierda el islote de Grand Bé. La primera parte del paseo de ronda tiene la particularidad de ser el único tramo en el que podrá adentrarse en el interior de las murallas siguiendo los pasos de los soldados del siglo XVIII: se trata de la cortina de Saint-Thomas (antigua armería de Saint-Malo) rehabilitada por el MicroZoo (de pago). Este camino le llevará hasta el Fort à la Reine, donde a sus pies explotó la «Machine Infernale», un barco inglés cargado de pólvora con el objetivo de destruir Saint-Malo y que encalló en las rocas entre el Fort à la Reine y la Tour Bidouane. Mirando a la izquierda, verá la famosa rue du Chat qui danse. Gato que, según la historia, fue la única víctima de esta máquina infernal.

Siguiendo su camino, podrá subir a la Tour Bidouane, un antiguo polvorín en forma de herradura. Este lugar le ofrece una vista panorámica de toda la bahía de Saint-Malo, es desde aquí, desde donde tendrá la mejor vista de las islas de Grand Bé y Petit Bé. Volviendo a las murallas, te conducirán hasta el Bastión de la Hollande desde el que podrás observar la playa de Bon Secours y el famoso trampolín de la piscina de agua marina.

Descubre las islas de Grand Bé y Petit Bé.

La cortina que une el Bastión de la Hollande con el Bastión Saint-Philippe domina la playa de la Môle y la Môle des Noires, el espigón de 500 metros que protege el puerto exterior.

Después, a lo largo del muro cortina sur hasta el Bastión Saint-Louis, se pueden admirar las casas de los ricos armadores malouins o las llamadas casas de los corsarios, reconocibles por sus altas fachadas de granito. El famoso Robert Surcouf vivió en una de ellas, cerca de la Porte de Dinan. Hacia el exterior de las murallas, una interesante vista de la Cité d’Alet, elcuartel de Saint-Servan y el puerto de Saint-Malo.

Continuando este paseo hacia la Grand’ Porte, podrás ver desde las murallas, la más notable de las casas corsarias, el Hôtel d’Asfeld, construido para el aficionado Magon de la Lande. Y divisarás, hacia el exterior de las murallas, el quai Saint-Louis y el bassin Vauban. Y así disfrutarás de una vista impresionante del puerto de Saint-Malo.

La Grand’ Porte es la puerta de entrada más antigua a Saint-Malo, forma parte del recinto medieval, en aquella época, se podía llegar en barco. Desde el paseo parapetado, vista en perspectiva de la Grand’ rue y el campanario de la Cathédrale Saint-Vincent.

Terminará su paseo porla Porte Saint-Vincent, ahora es la principal puerta de entrada al Intra-Muros. Esta doble puerta está decorada en su exterior con las armas de Bretaña y de la ciudad. Desde aquí, se puede observar la calle principal de Saint-Malo, la rue Saint-Vincent y, al otro lado, la explanada Saint-Vincent y el castillo de Saint-Malo.