¡El alma misteriosa!
De Saint-Domineuc a Hédé-Bazouges, pasando por Tinténiac… el canal es el lugar ideal para pasear, caminar, ir en bicicleta o en kayak. A este entorno bucólico se añaden los estanques y ríos, verdaderos tesoros naturales. En los alrededores, aproveche para admirar las notables iglesias de Cardroc, les Iffs, Saint-Brieuc-des-Iffs, Québriac… verdaderas joyas de la región. Salga en busca de este diamante verde.
1.
Le Canal d’Ille-et-Rance
En 1804, comenzó la construcción de un canal que estaba casi destinado a ti. Por supuesto, en aquella época fue una decisión estratégica de Napoleón Bonaparte en respuesta a un bloqueo naval británico: estaba destinado a transportar mercancías entre Rennes y Saint-Malo. Luego, a principios del siglo XX, el ferrocarril y las carreteras pusieron fin a su primera vida. Ahora tiene una vocación muy diferente: ¡transportar emociones!


2.
Las 11 esclusas
Presencie un espectáculo insólito y una prueba de verdadera proeza técnica: a lo largo de 2 kilómetros, 11 esclusas se suceden cada 200 metros, permitiendo a los barcos salvar 27 metros de desnivel. Accionadas manualmente por los escluseros, participe en la aventura de estos modernos barqueros. Este lugar promete un paseo inigualable a lo largo del agua, ya sea a pie, en bicicleta, kayak o barco.
Descubra la historia de las esclusas.
3.
La Rigole de Boulet
14 km de largo, la Rigole de Boulet, construida por la mano del hombre alimenta el Canal d’Ille-et-Rance desde hace casi 200 años. Es el lugar perfecto para pasear por los senderos, a la sombra de los árboles y en plena naturaleza. Tómese un momento para pasear a orillas del agua.


4.
La Casa del Canal
Descubra los secretos de las 11 esclusas visitando la esclusa de Magdeleine. Reviva la historia de las esclusas y del canal de Ille-et-Rance, desde su construcción hasta nuestros días, explorando las maquetas y descubriendo nuestro patrimonio en las exposiciones. Para los más jóvenes, las actividades lúdicas e interactivas prometen un instructivo viaje en el tiempo.
Viaje al pasado.
5.
Patrimonio religioso
El campanario torcido de Québriac: insólito: deténgase en el pueblo y admire la iglesia de Saint-Pierre y Saint-Paul. Posee uno de los pocos campanarios torcidos de Europa: erigido en el siglo XVII, el campanario no está torcido, ¡sino que está torcido un octavo de vuelta!
¡Un descubrimiento sorprendente para los amantes de la arquitectura! La iglesia de Saint-Ouen, construida en el siglo XV, es de estilo gótico flamígero. Sus vidrieras ilustran el arte del vitralismo en el siglo XVI. La iglesia es una de las pocas que cuenta con un recinto parroquial.


6.
La Route du lin et du Chanvre
Vuelva atrás en el tiempo, a la época de los tejedores, atravesando los municipios de Les Iffs, Cardroc y Saint-Brieuc-des-Iffs. Le espera un paseo en torno al lino y el cáñamo.
7.
Kayak por el Canal de Saint-Domineuc
A lo largo de las aguas del Canal de Ille-et-Rance, un paseo en Kayak en un entorno extraordinario. Descubra el canal desde el agua, deslizándose tranquilamente.
