Pasarela cubierta en el bosque de Mesnil | Saint-Malo – Bahía del Mont-Saint-Michel

A 20 kilómetros de Saint-Malo ... Dejar atrás la rutina diaria

Cierra los ojos, ábrelos…

Estás en un lugar llamado le Pertuis aux chevreuils en el bosque estatal de Mesnil, en medio de 600 hectáreas de bosque.

Brújula en mano…

¿Qué camino tomar, qué circuito seguir, el del diamante azul, el de la hoja de roble que arroja luz sobre los recursos del bosque?

En medio de este bosque explotado, ¿cuántos árboles iban a la cercana Saint-Malo para ser utilizados en la construcción naval cuando Saint-Malo era el primer puerto de Francia en el siglo XVII?

Era ayer, era la Compañía de las Indias Orientales, las necesidades eran inmensas… Me han dicho que Robert Surcouf solía ir de caza e hizo construir un pabellón de caza no muy lejos de aquí.

Tierra de leyendas

Llego al final del camino de entrada y me encuentro en el circuito del cercano Etang de Mireloup.

Me tomo el tiempo de rodear la punta rocosa que hay unos metros a mi izquierda. Paso por delante del tocón del haya del diablo y descubro la roca del diablo.

La pasarela cubierta de Tressé

En el bosque de Mesnil, un sitio mágico se revela ante ti, tras seguir pequeñas rutas de senderismo.

La casa de las hadas

Detrás de este nombre se esconde un importante monumento neolítico. Se trata de una cámara funeraria de 14 metros de largo, 2,30 metros de ancho y 1,30 metros de alto, formada por 41 piedras de entre 5 y 40 toneladas de peso, de las que 8 son tablas de recubrimiento procedentes de la zona.

El monumento debe su nombre a una de las losas de la cámara funeraria, cuyos 4 grabados cilíndricos representarían dos pares de pechos. Dos misteriosos grabados que, según los especialistas, sugieren que aquí se honraba a la «diosa madre»