Un paseo rico en vistas…
La alta muralla que rodea la ciudad de Saint-Malo forma un bucle de unos dos kilómetros. Se puede bajar y subir por donde se quiera, desde las distintas escaleras situadas en cada puerta.Aconsejamos empezar el paseo por la Puerta Saint-Thomas, situada detrás de la plaza Chateaubriand. Desde este acceso, tendrá una vista directa y excepcional de la gran playa del Sillón a su derecha, el Fuerte Nacional enfrente y a su izquierda el islote de Grand Bé. La primera parte del paseo le llevará al Fort à la Reine, donde a sus pies explotó la «Machine Infernale», un barco inglés cargado de pólvora con el objetivo de destruir Saint-Malo y que encalló en las rocas entre el Fort à la Reine y la Torre Bidouane. Mirando a la izquierda, verá la famosa rue du Chat qui danse. Gato que, según la historia, fue la única víctima de esta máquina infernal.Siguiendo su camino, puede subir a la Torre Bidouane, un antiguo polvorín en forma de herradura. Este lugar te ofrece una panorámica sobre toda la bahía de Saint-Malo, es desde aquí, que tendrás la mejor vista sobre las islas de Grand Bé y Petit Bé. Volviendo a las murallas, te llevarán al Bastión de la Hollande desde donde podrás observar la playa del Bon Secours y el famoso trampolín de la piscina de agua de mar.
El muro cortina que une la Bastion de la Hollande con la Bastion Saint-Philipp domina la playa de la Môle y la Môle des Noires, un espigón de 500 metros de largo que protege el puerto exterior.Luego hasta la Bastion Saint-Louis tomando el muro cortina sur, se pueden admirar las casas de los ricos armadores maluines o las llamadas casas de los corsarios, reconocibles por sus altas fachadas de granito. El famoso Robert Surcouf vivió en una de ellas, cerca de la puerta de Dinan. Hacia el exterior de las murallas, una interesante vista de la Ciudad de Alet, el barrio de Saint-Servan y el puerto de Saint-Malo.Continuando este paseo hacia la Grand’ Porte, podrá ver desde las murallas, la más notable de las casas de los corsarios, el Hôtel d’Asfeld, construido para el aficionado Magon de la Lande. Y se asomará, hacia el exterior de las murallas, al quai Saint-Louis y al bassin Vauban. Y así disfrutarás de una vista impresionante del puerto de Saint-Malo.La Grand’ Porte es la puerta más antigua de Saint-Malo, forma parte del recinto medieval, en aquella época, se podía acceder en barco. Desde el paseo del parapeto, vista en perspectiva sobre la Grand’ rue y el campanario de la Catedral Saint-Vincent. Terminará su paseo por la Porte Saint-Vincent, ahora es la puerta de entrada principal del Intra-Muros. Esta puerta doble está decorada exteriormente con las armas de Bretaña y de la ciudad. Desde aquí se puede observar la calle principal de Saint-Malo, la calle de San Vicente y al otro lado la explanada de San Vicente y el Castillo de San Malo.